CAMINO A LA ILUMINACIÓN

Recorre dos caminos, partiendo de un punto común, la búsqueda espiritual. Por un lado se ve un recorrido personal a través de la exploración técnica; el segundo se señala en la mercadotecnia usada en miles de promesas de iluminación.
La elaboración manual permite al artista transmutar elementos estéticos en objetos totémicos. El espectador puede ver como el rojo pierde su función de color, para devenir en luz. La obra juega con la búsqueda de totalidad: el cuadro se complementa en la muestra, la cual cobra sentido en el individuo.
El segundo camino menos radical que el primero, no requiere desmontar al ser mismo para alcanzar la verdad. Sin embargo es más molesto, ya que obliga a ir lentamente recogiendo promesas de nuevas esferas espirituales. Recorre dos caminos, partiendo de un punto común, la búsqueda espiritual. Por un lado se ve un recorrido personal a través de la exploración técnica; el segundo se señala en la mercadotecnia usada en miles de promesas de iluminación.
La obra reclama una complejidad al no quedarse en un develamiento de las falsedades del mercado espiritual, sino en mostrar como el arte puede caminar simultáneamente ambos senderos, volviéndose elemento de denuncia de falsos gurús y la vía a la redención.


Luis Gabriel Vargas